La atención hiperfocalizada es un fenómeno que afecta tanto a personas con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) como a personas con autismo. Este estado se caracteriza por una concentración intensa en una actividad específica, al punto de ignorar todo lo demás a su alrededor. Comprender cómo funciona este proceso y los desafíos que presenta es fundamental para manejarlo eficazmente en ambos grupos.
¿Qué es la atención hiperfocalizada?
La atención hiperfocalizada se refiere a un estado de concentración extrema donde la persona se aísla completamente de su entorno. Durante este estado, la atención periférica se reduce al mínimo, y la percepción del tiempo se distorsiona, lo que hace que horas puedan parecer minutos. Las personas en hiperfoco pueden no responder a estímulos externos, incluso si se les llama por su nombre repetidamente.
¿Cómo afecta la atención hiperfocalizada a las personas con TDAH y autismo?
La atención hiperfocalizada puede ser un arma de doble filo para las personas con TDAH y autismo. Por un lado, permite una concentración profunda en tareas específicas, lo que puede ser beneficioso para el aprendizaje y la productividad. Sin embargo, también puede llevar a descuidar otras necesidades importantes, como comer, descansar o socializar.
- Foco de Atención: Este es el proceso de concentración consciente, orientada y sostenida en una tarea. En el caso del TDAH y el autismo, esta capacidad puede volverse excesiva, llevando a un estado de hiperfoco.
- Atención Alternante: La capacidad de cambiar el foco de atención entre diferentes estímulos es limitada en personas con TDAH y autismo, complicando la transición entre tareas.
- Sostenimiento de la Atención Focal: Esta es la capacidad de mantener la concentración en una tarea a lo largo del tiempo, incluso después de una interrupción. En el TDAH y el autismo, el sostenimiento de la atención es mínimo, lo que significa que después de una distracción, la persona puede necesitar reiniciar el proceso de concentración desde cero.
¿Cuáles son los desafíos de la atención hiperfocalizada?
- Dificultades en el Cambio de Atención: Uno de los mayores desafíos es la dificultad para cambiar de una tarea a otra. Cuando alguien con TDAH o autismo está hiperfocalizado, salir de ese estado requiere una gran cantidad de energía y puede ser doloroso e irritante.
- Problemas en Retomar Tareas: Después de una interrupción, las personas con TDAH y autismo pueden encontrar difícil retomar la tarea donde la dejaron, debido a su baja capacidad de sostenimiento de la atención.
- Preferencia por Tareas Atractivas: Actividades que resultan atractivas y dinámicas, como jugar a la consola, requieren menos energía para concentrarse. Sin embargo, el proceso de salir del hiperfoco sigue siendo igual de doloroso.
¿Cómo manejar la atención hiperfocalizada?
- Desarrollar Estrategias de Gestión: Para manejar eficazmente la hiperfocalización, es crucial desarrollar estrategias que faciliten la transición entre tareas sin causar dolor o irritación. Esto puede incluir el uso de alarmas o recordatorios para romper el estado de hiperfoco de manera gradual.
- Evitar Interrupciones Bruscas: Es importante evitar apagar bruscamente la televisión o cualquier dispositivo que esté causando la hiperfocalización. Interrumpir de manera abrupta puede causar un dolor significativo. En cambio, se recomienda encontrar métodos más suaves para captar la atención de la persona.
Conclusión
La atención hiperfocalizada presenta tanto desafíos como oportunidades para las personas con TDAH y autismo. Comprender este fenómeno permite desarrollar estrategias efectivas para manejarlo, minimizando sus efectos negativos y aprovechando su potencial para tareas importantes. Recuerda que no estás sol@. Nosotros podemos ayudarte dandote una asesoría de profesionales y expertos en el autismo. Si deseas aprender más sobre cómo manejar la atención hiperfocalizada en el TDAH y el autismo, visita Autismo Puebla y encuentra recursos valiosos para mejorar la calidad de vida.